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Los estudiantes dan un salto tecnológico significativo con los proyectos en equipo del tercer curso académico, adentrándose por primera vez en el mundo de la producción de videojuegos en 3D. “Ohh”, dice el profesor de videojuegos de tercer año Iker Silvano. “El alumnado trabaja con un proceso de producción más detallado y las expectativas creativas y los retos técnicos que se marcan como objetivo son mucho más ambiciosos”.

A diferencia de los equipos de segundo y último año, los de este curso académico están formados exclusivamente por estudiantes de Ingeniería Informática. Esto supone un interesante desafío para el alumnado ya que los equipos se hacen más grandes, lo que provoca la necesidad de una mayor especialización y de una organización más eficiente. Así, los estudiantes de Ingeniería Informática tienen la oportunidad de explorar y aprender sobre la diversidad de roles que hay en un proceso de desarrollo. “Esta experiencia es un reto, pero es muy enriquecedora”, dice Silvano. “El alumnado debe salir de su zona de confort y aprender sobre muchos otros aspectos del desarrollo de videojuegos además de los propios de su disciplina”.

Un estudiante de DigiPen Bilbao se sienta en un laboratorio de informática trabajando en el desarrollo de juegos

Los videojuegos creados durante este año deben funcionar con la tecnología creada por los propios estudiantes siendo esto, una parte importante del proyecto. “Este es el eje central del proyecto”, dice Silvano.

Tener una visión y un control integrales de todas las piezas que forman parte de un motor 3D es una experiencia muy gratificante y proporciona una gran perspectiva sobre cómo funcionan los videojuegos.

Por lo general, el videojuego en este curso académico en 3D debe durar de 10 a 15 minutos. Al igual que durante el segundo año, los proyectos de videojuegos también se dividen en dos semestres académicos. La asignatura “GAM 300 se centra en desarrollar la tecnología y la infraestructura necesarias para construir el videojuego. Aparte de ese objetivo principal, el alumnado también trabajará en un concepto y un prototipo de videojuego que se pueda ejecutar con dicha tecnología”, dice Silvano. “GAM 350 está estructurada en torno a tres fases de producción iterativas. Los equipos convierten sus prototipos en un videojuego real en unas cinco semanas y luego iteran ese juego otras dos veces durante el período restante del semestre académico”.

Captura de pantalla de un barco pirata en 3D que se manipula dentro de un editor de escenas del motor de un juego

En GAM 300 y GAM 350, los equipos tienen reuniones periódicas con los profesores. “Estas reuniones sirven para dar feedback y analizar problemas específicos, así como para evaluar el progreso general de los proyectos”, dice Silvano. “Además de las reuniones, los equipos también reciben con regularidad comentarios y sugerencias de los profesores a medida que avanzan en sus proyectos. Los equipos a menudo se comunican con nosotros para resolver problemas específicos creativos, técnicos o de producción”.

 

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